Llegamos al alto de San Cosme, donde se celebraba la feria de todos los domingos, pena que no quedaba ropa de ciclista de mi talla
Un pequeño descenso para disfrutar de sus pequeños saltos y curvas cerradas
Otro descenso, éste más complicado, más roto, solo apto para locos del descenso con buenas máquinas
Fin.
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